África está atravesando un proceso geológico sin precedentes que podría cambiar la configuración del planeta. Científicos de la Universidad de Glasgow han encontrado evidencia concluyente de que una superpluma de roca caliente, situada en las profundidades del manto terrestre, está impulsando la separación del continente africano.
Este descubrimiento no solo confirma una teoría largamente discutida, sino que también sugiere que el continente podría dividirse más rápido de lo previsto, dando paso a la formación de un nuevo océano en los próximos millones de años.
¿Qué es una superpluma y por qué importa?
Una superpluma es una gigantesca columna de roca fundida, caliente y poco densa que asciende desde la frontera entre el núcleo y el manto terrestre. A diferencia de los procesos volcánicos superficiales, estas estructuras impactan a gran escala la tectónica de placas y la forma de los continentes.
En el caso de África, esta superpluma estaría ejerciendo una presión constante desde abajo, debilitando la litosfera. Esta capa, que comprende la corteza y el manto superior, es la que sostiene la superficie del planeta.
Gracias al trabajo de Biying Chen y su equipo, ahora sabemos que esta actividad subterránea está directamente relacionada con el Sistema del Rift de África Oriental (EARS, por sus siglas en inglés).
El Sistema del Rift de África Oriental: una fractura activa
EARS es el sistema de rift continental más grande del planeta. Se extiende a lo largo de unos 3500 kilómetros, desde el Mar Rojo hasta Mozambique. Desde hace unos 35 millones de años, la corteza africana se ha ido fragmentando, dejando un entramado de fallas, grietas y valles.
Lo que diferencia este sistema de otros es que está completamente activo. Las fuerzas tectónicas y térmicas continúan ejerciendo presión, aumentando la sismicidad, el vulcanismo y los cambios geográficos.
Evidencia física desde el corazón del continente
Hasta hace poco, la existencia de una superpluma bajo África era solo una teoría. Sin embargo, los nuevos hallazgos en el campo geotérmico de Meengai, en el centro de Kenia, han cambiado el panorama. El equipo de la Universidad de Glasgow analizó gases nobles —como helio y neón— que emergen desde el subsuelo.
Los resultados fueron sorprendentes. Los isótopos de neón encontrados presentaban una firma geoquímica que coincide con materiales del manto profundo, posiblemente del límite entre el manto y el núcleo. Este mismo tipo de firma fue hallado en regiones tan distantes como el Mar Rojo y Malawi.
Este hallazgo sugiere que una única superpluma se extiende por debajo de varios puntos del continente, indicando una fuente térmica común que podría estar fragmentando a África desde su base.
Un nuevo océano en gestación
Aunque el proceso es extremadamente lento en términos humanos, los geólogos creen que la división del continente es inevitable. A medida que el sistema del rift se ensancha, partes de África comenzarán a separarse de manera permanente.
Una de las áreas más críticas es el Cuerno de África, especialmente la región que comprende Etiopía, Eritrea y Kenia. Allí, la actividad sísmica y volcánica es más intensa, y ya se han formado depresiones que podrían llenarse de agua marina con el tiempo.
Cuando esto ocurra, se abrirá un nuevo océano, dividiendo el continente en dos bloques geológicos diferentes. Esta nueva masa de agua sería el sexto océano del planeta.
Tecnología avanzada para entender el pasado y el futuro
Los avances tecnológicos han sido clave para este descubrimiento. Instrumentos de alta precisión permitieron medir los isótopos de gases con exactitud sin precedentes. Esto no solo refuerza la hipótesis de la superpluma, sino que también abre la puerta a nuevas investigaciones sobre la evolución de los continentes.
Gracias a estos métodos, los científicos también han podido establecer vínculos entre las firmas químicas africanas y las de otras regiones volcánicas, como Hawái. Esto apunta a que los procesos de formación continental podrían compartir mecanismos similares en distintos puntos del globo.
¿Qué implicaciones tiene esta fractura para el futuro?
Además de su impacto geológico, la fragmentación de África tiene implicaciones socioeconómicas y ambientales. Las poblaciones que viven cerca del rift están expuestas a terremotos, erupciones volcánicas y desplazamientos de tierra. La infraestructura regional debe adaptarse para enfrentar estos desafíos.
Por otro lado, la presencia de actividad geotérmica también representa una oportunidad. Varios países africanos están explorando el uso de esta energía renovable como alternativa a los combustibles fósiles, lo que podría transformar el panorama energético del continente.
África, el laboratorio geológico del planeta
El descubrimiento de esta superpluma no solo revoluciona nuestra comprensión del continente africano, sino que también convierte a África en un laboratorio natural donde observar, en tiempo real, cómo se forma un océano.
La ciencia avanza y con ella, nuestra capacidad para anticipar y adaptarnos a los grandes cambios del planeta. África se está separando, y aunque el proceso tomará millones de años, cada nuevo dato nos acerca a entender mejor cómo funciona la Tierra.
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