El Canal de Panamá se está preparando para un aumento significativo en el número de buques que transitan por esta vital vía interoceánica. A partir de septiembre, se espera que el número diario de tránsitos se eleve de 34 a 36, gracias a las recientes lluvias que han aliviado las restricciones impuestas por la sequía.
Este artículo explora cómo el Canal de Panamá está gestionando esta transición y qué implicaciones tiene para el futuro del transporte marítimo.
En 2023, Panamá enfrentó su tercer año más seco registrado, lo que redujo drásticamente el nivel de agua del Canal. Este descenso en los niveles de agua obligó a las autoridades a imponer restricciones severas. Por ejemplo: limitando el número de buques que podían transitar diariamente. En el punto álgido de la crisis, más de 100 naves se vieron obligadas a esperar hasta 21 días para transitar el canal.
Durante esta crisis, la Autoridad del Canal de Panamá tuvo que reducir el número de tránsitos permitidos por día y ajustar el calado máximo permitido. Estas medidas temporales fueron necesarias para gestionar el flujo de tráfico marítimo y garantizar la seguridad de las operaciones.
Con la llegada de la temporada de lluvias, la situación ha mejorado considerablemente. La subadministradora del Canal de Panamá, Ilya Espino de Marotta, anunció que, a partir del 5 de agosto, el número de tránsitos diarios aumentará a 35, y se espera que llegue a 36 en septiembre. Esta mejora se debe a la recuperación parcial de los niveles de agua en el canal, lo que ha permitido aliviar las restricciones anteriores.
Espino de Marotta destacó que la operación del canal ha vuelto prácticamente a la normalidad. La mejora en las reservas de agua ha permitido mantener un flujo de tránsito más fluido, reduciendo significativamente los tiempos de espera para los buques y optimizando el rendimiento general del canal.
El aumento en el número de tránsitos se espera que tenga un impacto positivo en las finanzas del Canal de Panamá. La Autoridad del Canal estima que los ingresos totales podrían aumentar en un 18% interanual, alcanzando los US$5.600 millones durante el año fiscal 2024-2025, que comienza en octubre. Además, se anticipa un crecimiento de las aportaciones estatales del 13%.
A pesar de la competencia creciente de proyectos en Colombia y México que buscan conectar los océanos Atlántico y Pacífico, Espino de Marotta aseguró que el Canal de Panamá se mantendrá competitivo. Los proyectos en estos países son vistos como complementarios y no como competidores directos.
Para fortalecer aún más su competitividad operativa, el Canal de Panamá está planeando la construcción de un nuevo embalse en los próximos seis años, con una inversión estimada en US$1.600 millones. Este embalse proporcionará el agua necesaria para mantener las operaciones del canal a largo plazo y garantizará su capacidad para manejar un volumen creciente de tráfico marítimo.
El Canal de Panamá está atravesando un período de adaptación y mejora que le permitirá aumentar su capacidad y enfrentar los desafíos futuros. La combinación de la recuperación de los niveles de agua, las inversiones en infraestructura y la gestión eficiente de los tránsitos posicionará al Canal como un jugador clave en el comercio marítimo global. A medida que se implementan estos cambios, el Canal de Panamá continúa demostrando su importancia estratégica y su capacidad para adaptarse a las condiciones cambiantes del entorno.
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