explosión cósmica

Explosión cósmica sin precedentes sacude la astronomía

Un fenómeno sin igual

Astrónomos de la Universidad de Hawái han detectado la explosión cósmica más poderosa jamás observada desde el Big Bang. Este evento astronómico, bautizado como transitorio nuclear extremo (ENT), supera ampliamente en energía a cualquier supernova registrada. Su hallazgo, publicado en Science Advances, representa un hito en el estudio del universo profundo.

El descubrimiento fue liderado por el astrónomo Jason Hinkle, quien destacó que este tipo de explosiones no se asemeja a ninguna observada previamente. “Los ENT no solo son más brillantes, sino que también son más duraderos, brillando durante años”, explicó.

¿Qué es una explosión cósmica de tipo ENT?

Las ENT ocurren cuando una estrella masiva —al menos tres veces más grande que el Sol— se aproxima demasiado a un agujero negro supermasivo. La intensa gravedad la fragmenta, liberando una cantidad descomunal de energía que puede observarse desde miles de millones de años luz de distancia.

A diferencia de las supernovas tradicionales, que suelen durar semanas o meses, los ENT pueden mantenerse luminosos durante varios años. En particular, Gaia18cdj, una de las ENT analizadas, liberó 25 veces más energía que cualquier supernova registrada.

¿Cómo se descubrió este fenómeno?

Hinkle y su equipo iniciaron una revisión sistemática de datos públicos de transitorios astronómicos. Fue así como identificaron dos erupciones prolongadas en los datos del satélite Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA). A diferencia de los eventos típicos, estas explosiones mostraban una curva de luz suave y una duración sorprendente.

“Gaia te indica que algo cambió, pero no qué. Al observar estos cambios sostenidos en los núcleos de galaxias, supimos que era algo extraordinario”, señaló Hinkle.

A través de una campaña de seguimiento internacional, que incluyó telescopios como el W. M. Keck y el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS), se recopiló información del espectro electromagnético completo durante años. Esta paciencia fue clave para confirmar que no se trataba de una supernova.

Una nueva clase de eventos astrofísicos

El hallazgo fue reforzado recientemente por la Instalación de Transitorios Zwicky, que identificó un tercer ENT. Su confirmación por dos equipos independientes sugiere que estamos ante una clase completamente nueva de explosiones cósmicas.

A nivel energético, estas explosiones no pueden ser explicadas por mecanismos conocidos de muerte estelar. Los modelos convencionales de supernovas no se ajustan a la intensidad ni duración observadas. Todo indica que se trata de un proceso de acreción controlada de una estrella destrozada por un agujero negro supermasivo.

¿Por qué son tan importantes las ENT?

La capacidad de observar estos eventos a distancias tan grandes permite a los astrónomos estudiar el universo tal como era hace miles de millones de años. Según Benjamin Shappee, coautor del estudio:

“Gracias a su brillo, podemos verlos cuando el universo tenía la mitad de su edad actual. Son herramientas para entender la formación de galaxias y el crecimiento de los agujeros negros.”

Además, su luminosidad las convierte en faros cósmicos ideales para explorar el pasado del cosmos. Como estos eventos son rarísimos —se estima que son al menos diez millones de veces menos frecuentes que las supernovas—, cada observación resulta valiosísima.

Desafíos y futuro en la detección de ENT

La rareza de estos fenómenos implica que solo pueden detectarse mediante un monitoreo constante del cielo. Por ello, futuras misiones como el Observatorio Vera C. Rubin en Chile y el Telescopio Espacial Roman de la NASA jugarán un papel crucial. Estos instrumentos permitirán rastrear variaciones en el brillo de millones de galaxias, facilitando la detección de más ENT.

Este tipo de seguimiento también ayudará a definir mejor los mecanismos físicos detrás de las ENT. Por ejemplo, entender por qué algunas estrellas, al ser fragmentadas, generan estas explosiones prolongadas y otras no.

Implicaciones en la cosmología moderna

Las ENT aportan nuevas pistas sobre cómo crecen los agujeros negros supermasivos en los centros galácticos. También ayudan a comprender mejor la dinámica gravitacional en regiones extremas del universo.

Este descubrimiento no solo impacta a la astrofísica, sino que también redefine nuestras expectativas sobre la energía máxima que puede liberar una estrella. Lo que hasta ahora creíamos como límite energético natural —las supernovas— ha sido superado por estas explosiones cósmicas de magnitudes inimaginables.

El universo aún guarda sorpresas

Este descubrimiento representa un avance crucial en la astronomía moderna. Las explosiones cósmicas tipo ENT no solo nos muestran el lado más extremo del universo, sino que también nos permiten entender cómo se formaron y evolucionaron las galaxias desde los primeros días del cosmos.

Con el apoyo de tecnología avanzada y observatorios globales, los astrónomos están más cerca que nunca de desentrañar los secretos de los agujeros negros y las fuerzas que rigen nuestro universo.

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