Un estudio retrospectivo reciente ha desafiado la percepción de que la glándula del timo, ubicada detrás del esternón, es “inútil” en la edad adulta. Investigadores de Estados Unidos han encontrado evidencia que sugiere que esta glándula no es tan prescindible como se pensaba anteriormente, debido a que su extirpación se ha asociado con un mayor riesgo de muerte por cualquier causa y un aumento en la probabilidad de desarrollar cáncer en el futuro.
Aunque el estudio es de naturaleza observacional y no puede establecer una relación directa entre la extirpación del timo y estas enfermedades, los resultados han dejado perplejos a los investigadores. El oncólogo David Scadden comentó sobre los hallazgos diciendo: “La magnitud del riesgo era algo que nunca hubiéramos esperado”.
En la niñez, el timo juega un papel crucial en el desarrollo del sistema inmunológico, ya que contribuye al desarrollo de las células T, un tipo de glóbulo blanco que combate las infecciones. Sin embargo, al llegar a la pubertad, esta glándula se reduce en tamaño y se cree que puede ser extirpada sin consecuencias inmediatas.
No obstante, el estudio plantea dudas sobre esta suposición. Analizando datos de pacientes que se sometieron a cirugías cardiotorácicas, los investigadores descubrieron que aquellos a quienes se les extirpó el timo tenían el doble de probabilidades de morir en los 5 años siguientes en comparación con los que conservaron la glándula. También enfrentaron un mayor riesgo de desarrollar cáncer, con cánceres más agresivos y recurrentes.
Aunque no se comprende completamente por qué ocurren estas asociaciones, los investigadores sospechan que la falta de timo podría interferir con el sistema inmunológico adulto, lo que podría llevar al desarrollo de enfermedades autoinmunes o cáncer. Algunos pacientes que se sometieron a una timectomía mostraron menos receptores de células T en sus análisis de sangre, lo que podría contribuir a estas condiciones.
Los resultados sugieren que el timo podría tener un papel funcionalmente importante en la salud continua de los adultos. Los autores del estudio concluyen que estos hallazgos respaldan la idea de que el timo contribuye a la producción de nuevas células T en la edad adulta y al mantenimiento de la salud humana.
Las células T o linfocitos T se definen como un tipo de glóbulo blanco que se forma a partir de las células madre en la médula ósea. Sus funciones principales, a rasgos generales, son proteger al organismo de forma adaptativa de las infecciones y procesos endógenos deletéreos, como puede ser el cáncer.
El estudio, que fue publicado en The New England Journal of Medicine, plantea interrogantes sobre la función real del timo en la salud de los adultos y podría influir en futuras investigaciones médicas.