TECNOLOGIA

Green Light: Cómo la IA de Google mejora el tránsito en Santiago

Google y la revolución del tránsito en Santiago

En un esfuerzo por mejorar la movilidad urbana y combatir el cambio climático, Google y el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones de Chile han implementado el proyecto «Green Light» en Santiago. Esta innovadora iniciativa utiliza inteligencia artificial (IA) para optimizar el funcionamiento de los semáforos, reduciendo la congestión vehicular y las emisiones de carbono.

El sistema, ya probado en más de 15 ciudades a nivel mundial, promete transformar la experiencia diaria de los conductores al hacer que el tránsito sea más fluido y eficiente.

¿Cómo funciona y cuáles son sus beneficios? A continuación, te lo explicamos.

¿Cómo funciona Green Light?

El sistema Green Light emplea algoritmos avanzados para sincronizar semáforos de manera inteligente. Estos algoritmos analizan datos de tráfico en tiempo real, recopilados a través de herramientas como Google Maps y Waze, identificando los puntos críticos de congestión. Con esta información, se generan recomendaciones que son implementadas por la Unidad Operativa de Control de Tránsito (UOCT).

Este enfoque permite ajustes dinámicos en la programación de semáforos, optimizando el flujo vehicular y minimizando las paradas innecesarias. De esta forma, se facilita un tránsito más eficiente, mejorando tanto la experiencia de los automovilistas como la calidad del aire.

Edgardo Frías, country manager de Google Chile y Perú, destacó: “En Google, estamos comprometidos con soluciones tecnológicas que beneficien tanto a las personas como al medio ambiente. Green Light es un ejemplo de cómo la IA puede enfrentar desafíos como la congestión vehicular y las emisiones de carbono”.

Resultados y beneficios comprobados

Desde su lanzamiento en 2021, Green Light ha mostrado resultados prometedores:

  • Reducción de hasta un 30% en las paradas vehiculares en intersecciones urbanas.
  • Disminución de hasta un 10% en las emisiones de CO2 asociadas al tránsito.

En Santiago, el proyecto ya está operando en 10 intersecciones, con planes de expandirse aún más. Este avance no solo mejora la movilidad, sino que también refuerza el compromiso de la ciudad con la sostenibilidad.

El impacto ambiental del tránsito urbano

El transporte es responsable del 15% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. En zonas urbanas, las intersecciones pueden generar niveles de contaminación hasta 29 veces mayores que las carreteras abiertas. Frente a estas cifras, Green Light no solo contribuye a mitigar el impacto ambiental, sino que también mejora la calidad de vida de los habitantes.

Un dato relevante es que, según el índice de tráfico TomTom 2024, los conductores en Santiago pasan en promedio 23 minutos detenidos por cada trayecto de 10 kilómetros. La implementación de Green Light promete reducir significativamente este tiempo.

Innovación accesible y sostenible

Una de las principales ventajas de Green Light es su accesibilidad. Tradicionalmente, la optimización de semáforos dependía de sensores costosos y conteos manuales de vehículos. Ahora, gracias a la IA de Google, las ciudades pueden implementar mejoras en cuestión de minutos, sin necesidad de realizar grandes inversiones en infraestructura adicional.

El Ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Juan Carlos Muñoz, señaló: “El piloto que estamos desarrollando junto a Google es un ejemplo de cómo la tecnología puede mejorar la calidad de vida a través de soluciones sostenibles”.

Un modelo global con impacto local

Green Light gestiona aproximadamente 30 millones de viajes mensuales en ciudades de cuatro continentes. Su implementación en Santiago refuerza el compromiso de Chile con un futuro más sostenible, destacándolo como un referente en la adopción de tecnologías verdes.

Al reducir las emisiones vehiculares y optimizar los tiempos de desplazamiento, este proyecto no solo beneficia a los conductores, sino también contribuye al bienestar general de la población.

El futuro de Green Light en Chile

Con la expansión del proyecto en la capital, se espera que más intersecciones adopten esta tecnología en los próximos meses. Además, el modelo podría replicarse en otras ciudades del país, ampliando su impacto positivo.

Mientras tanto, los conductores en Santiago ya están comenzando a disfrutar de los beneficios de un tránsito más ágil y ecológico, gracias a esta revolución impulsada por la inteligencia artificial.

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