El jefe de la Bancada UDI, Guillermo Ramírez, junto a los diputados Daniel Lilayu y Marta Bravo de la comisión de Salud de la Cámara Baja, exigieron este miércoles 7 de junio la renuncia inmediata del subsecretario de Redes Asistenciales, Fernando Araos.
Esto ocurre luego del trágico caso de la pequeña Mía Olivares de tres meses de edad, que falleció en el Hospital Claudio Vicuña de San Antonio, producto de que la única cama pediátrica disponible se encontraba en Arica.
Ante la situación, los parlamentarios catalogaron el hecho como “negligente” debido al actuar de las autoridades del Ministerio de Salud (Minsal). Además, señalaron como responsable directo al subsecretario Fernando Araos de la gestión de toda la red asistencial de salud.
A lo anterior, los diputados hicieron referencias a las declaraciones del presidente del Colegio Médico de Valparaíso, Ignacio de la Torre, quien afirmó que en la pandemia se “logró organizar una red integrada, público-privada y de Fuerzas Armadas. Que permitió que la gran mayoría de las personas que necesitara una cama crítica la tuviera”.
“Eso no pasa en este momento. El subsecretario y el Minsal tiene la autoridad, los decretos lo permiten. Pero la pregunta es por qué no lo estamos buscando”, agregó De la Torre.
Por otro lado, la bancada de diputados de la UDI señaló que “el Gobierno tuvo meses para anticiparse a esta trágica situación. Tal como se hizo durante la pandemia, cuando en tiempo récord se integraron todos los sistemas de salud y nunca tuvimos que llegar al dilema de la última cama. Como sí ocurrió en otros países”.
“Pero lamentablemente, y sin una pandemia de por medio, las actuales autoridades han permitido que una bebé de apenas dos meses fallezca por no tener una cama a su disposición. Si eso no es un actuar negligente que merece hacer valer las responsabilidades políticas del caso, quiere decir que esta administración ni siquiera es capaz de estremecerse por este caso”, añadieron.
Con respecto a estas declaraciones, es importante precisar que, según cifras del Minsal, en el primer año de pandemia, el 2020, fallecieron 2.817 personas que esperaban ser atendidas por una patología GES y 31.736 murieron aguardando por una cirugía o una consulta de especialidad no GES. Lo que da un total de 34.553 decesos por falta de atención.