La Asociación Nacional Automotriz (Anac) se mantiene en estado de máxima alerta, luego que el concesionario portuario del Puerto San Antonio DP World, anunciara inoportunamente hace dos semanas a las líneas navieras que atienden a marcas automotrices, la suspensión en el servicio de desembarque de automóviles para gran parte de diciembre, siendo un mes crítico para el rubro.
Este proceso implica la suspensión de desembarco de vehículos nuevos en la región de Valparaíso en dos períodos, desde el 4 al 11 de diciembre y luego del 16 hasta el 22 de diciembre de este año, con lo que se verían afectados alrededor de 30 mil vehículos nuevos, cifra que es la que tradicionalmente se comercializa en esta época del año.
Esta mantención anunciada hace relativamente poco, contempla la reparación de la tabla estaca del 4/5, donde suele desembarcar más del 95% de las importaciones automotrices y no solo de vehículos particulares, sino también de buses, maquinarias y otros.
Según comentó el secretario general de Anac, Diego Mendoza, “dicha mantención es sorpresiva porque, a diferencia de otras ocasiones en que se ha coordinado el cierre del espigón, en este el anuncio no tuvo la antelación necesaria para programar los envíos a Chile, quebrando muchos compromisos asumidos por las marcas”.
Tras esto, el sector automotor advierte que quedan opciones como Lirquén, 600 kilómetros al sur, pero que por distancia conllevaría más costos, más tiempo y por ende, “una demora para toda la cadena logística”.
“Los costos logísticos de cada vehículo se encarecen hasta 10 veces; la distancia recorrida por los camiones para desembarcar dichos autos puede llegar a dos millones de km adicionales, las emisiones de CO2 aumentarían en 1.400 toneladas”, son algunos de los impactos que tendría el redirigir los envíos a Lirquen, advierten desde Anac.
Finalmente, aunque la asociación mantuvo una reunión con representantes de la concesionaria, desde Anac sostienen que no hubo flexibilidad para probar alternativas de desembarco de vehículos en otro sector del puerto u otro tipo de solución.Más aún que un estudio citado por Anac, de parte de O’Bois y realizado el año pasado, apunta que mover una flota de mil autos desde San Antonio a Santiago cuesta $35 millones, mientras que hacerlo desde Lirquén a la capital vale $215 millones.